jueves, 8 de marzo de 2012

¡Clasificar al niños como hiperactivos, no es la solución!

Desafortunadamente hoy en día escuchamos con facilidad que tal niño tiene TDHA, déficit de atención, hiperactividad, ¿Que derecho tenemos de clasificar a los niños con estas etiquetas?, dejemos esto a los Doctores especializados en el tema.

A nosotros, nos compete ver a nuestro alrededor y darnos cuenta que la prisa es la etiología, estos niños están dentro de la normalidad de nuestro movimiento acelerado....

Entonces, es la tarea del adulto que convive con los niños de hoy, aceptarlos como son, crear estrategias para saber guiarlos, generar herramientas para que el niño sepa utilizarlas en esta vida FAST.

!Despertemos y veamos a esta nueva generación, que no son más rápidos, sino simplemente son!

De manera inconsciente fomentamos ésta multiplicidad de estímulos constantes, y para evitarlas tengo para ustedes algunas ideas; por el momento solo me enfocaré a los estímulos físicos, aquellos que son captados por los sentidos:

1. Sabemos que todos los aparatos electrónicos, generan desde un ruido hasta una imagen hiperactiva, ya en la cotidianidad nos podemos llegar a acostumbrar a estos estímulos y creer que son indispensables.

No se trata de aborrecer la tecnología, se trata de que nosotros hagamos uso de ella y no ella de nosotros. Les recomiendo sentarse unos minutos a observar que estímulos electrónicos se generan en cada espacio, seguramente descubrirán que no es necesario tener televisiones en las recamaras o en el carro, radio o música a volumen alto, o usar WII, XBOX y Nintendo. Les aseguro que si dejan de utilizarlos un poco, al principio sentirán la ausencia, pero después se darán cuenta que una buena compañía lo sustituye todo, ¡Descubran a aquel que esta a su lado!

2. Enfoquémonos a dar espacios más limpios a nuestros niños, espacios que no estén saturados de estímulos visuales, auditivos y sensoriales, espacios que le permitan concentrar su atención en lo que están haciendo. Imaginen ¿Qué sentirá un niño que diariamente llega a clases a un espacio donde hay 3 o 4 letras "A, E, I O U", todos los colores, imágenes y frases posibles en la pared?, todas éstas con un ¿Porqué?, pero no con un ¿Para qué?, seguramente el tema del día podrá reforzarse con algo de lo que está colgado en el muro, pero ¿Qué? de todo lo demás.

3. Si percibe el mismo estimulo diariamente, deja de causar impresión en nuestros sentidos, deja de ser útil en el aprendizaje. Observemos al niño y descubramos sus intereses e úsenlos como medio para lograr lo que necesiten de él, por ejemplo si su interés está en Lego, usen las piezas para hacer la tarea de las operaciones; utilicen su lenguaje y sus intereses para plantear los problemas en los que harán sumas y restas, o para generer la historia o el tema del día.

4. Analicen la agenda del niño, marquen de un color las actividades que escogió él y que le agradan, con otro color marca las actividades que escogiste para él y en otro color resalta las actividades en las que se involucre que son de su agenda personal, traten de hacer un balance y denle al niño espacios para ser niño, que juegue con amigos de su edad, que haga vínculos con vecinos y compañeros, déjelo tocar la naturaleza que es la mejor maestra.

5. Dense el tiempo de escucharlo, esto no siempre es fácil con tantas cosas que tenemos en mente los adultos, pero solo es un espacio, empiece con un minuto; hagale una pregunta y escuche atentamente la respuesta, se dará cuenta que siempre puede conocer un poco más a ese niño que está a su lado. Poco a poco hagan que ese minuto se convierta en cada vez más minutos, pero no a tal grado que dejen de tener tiempo para ustedes, porque ese sería otro problema.

Demosle tiempo al tiempo, y disfrutemos el espacio y de rol que estamos ejerciendo, ya sea de maestro, de guía o de padre.

En un ambiente Montessori todo debe tener un para que, todo lo que hay debe tener un propósito inteligente, les recomiendo que busca el ¿Para qué? de todo lo que tienes en tu salón, en tu casa, en tu carro; y si ese para que no están fuerte prescinde del objeto, el niño en su interior te lo agradecerá; y recuerda que el estimulo externo moldea la conducta.

Montessori dice: "No me sigan a mi, sigan al niño", por eso esta filosofía se perpetua en el tiempo y en el espacio por que lo que le ofreceremos al niño es lo que necesita, lo que el mismo nos sugiere con sus actos y comentarios, y que solo descubriremos a través de la observación.

Nadia Espejel
nadiaespejel@gmail.com
http://www.youtube.com/watch?v=Wv49RFo1ckQ&feature=player_embedded

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