En realidad ahora veo que fui muy afortunada, yo estudie en la Comunidad Educativa León Felipe, de donde tengo muy gratos momentos.
La guías eran maravillosas y de quien me acuerdo más es Martita, la admiraba mucho me parecía muy hermosa y como cualquier niña a esa edad quería ser como ella, y Georgina la directora siempre fue muy cariñosa, yo siempre sentí que mi hermano y yo éramos algo especial para ella. Recuerdo como decía que yo sería maestra como ellas.
La escuela tenía hortalizas donde los niños cosechábamos, recuerdo una ocasión que me tocaba compartir el refrigerio, estaba muy nerviosa, lave las lechugas y prepare la mejor ensalada del mundo. El momento del refrigerio era un ritual, lo que más recuerdo es ver todo listo para empezar, nuestros manteles, cubiertos, vasos y platos, yo sentía maravilloso ver ese color y tono tan especial a media mañana, donde la luz que entraba por las ventanas alumbraba cálidamente todas las mesas, todo perfecto. El momento mágico de dar las gracias, desde muy pequeña aprendí a darle el valor a lo que comíamos y que alguien más preparó.
Cada material que toque está adentro de mí, no sé cómo explicarlo solo lo sé.... en Casa de Niños tenía mis dos favoritos "Las Fracciones" y "El Material Jerárquico", con el primero di una clase abierta mis padres fueron a verme, sus caras reflejaban orgullo, yo me sería grande, estaba muy nerviosa, pero era mi material, yo si sabia para que era y como se ocupaba.
En el Material Jerárquico, me encantaba contar una y otra vez, como un cubo cabía perfectamente 10 veces en una decena, la familia de los millares era donde siempre me detenía, imagina contar y contar y que todo el material es tan perfecto que solo caben 10 cubos en la decena, 10 barras de decena en una centena y 10 centenas en un millar, yo contaba y contaba y siempre llegaba a los mismo, "Te imaginas como algo puede ser tan perfecto, yo me preguntaba si todo en el mundo era así, y todo quería medir".
Esta escuela fue muy especial para mí, todo era cuidadosamente preparado por los adultos que estaban a cargo, estimulaba todos nuestros sentidos, había festivales, pero uno en especial marcó mi vida, imaginen la música de "Carros de fuego" con videos de personas exitosas que llegan a la meta, como corredores, deportistas, de niños de todo el mundo sonriendo; ahora cada vez que escucho esa canción se estremece mi corazón.
Ya en taller hice mi primer libro, en escribí cosas importantes de mi vida, ahora se que le llaman "Línea de la Vida", darme cuenta todo lo grande que era, todo lo que había hecho y como pasaba el tiempo, era grandioso.
Me encantaba mi escuela, el ambiente, siempre me sentí querida, recuerdo las caras de mis compañeros, Martita (hija de la maestra) siempre tan linda, Fabiola muy líder, Álvaro siempre muy propio y arreglado.....
Aprovecho para agradecer públicamente a mi escuela León Felipe y a todos los que me acompañaron en mi formación
Las circunstancias cambiaron, y entre a una escuela tradicional, mi mamá tuvo el tino de que fuera pequeña, es importante para mi compartirles que no tuve ningún problema, conocí por primera vez los dieces (ya que en Montessori la evaluación es diferente), seguía las instrucciones y no sentí nunca alguna desventaja.
Nadia Espejel
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